Hoy llueve... llueve como hace bastante no llovía en Temuco, siendo ésta una ciudad de canaletas llenas y calles encharcadas, estaba comenzando a pensar que el invierno nos perdonaría algunos días de sol... Hoy llueve, vaya yo a saber por qué, pero estamos en pleno invierno y por lo general me deprimo un poco en esta época. De alguna forma el blues me llena... esta vez soy un triste blues que sigue sonando con la lluvia de fondo y las nubes cerradas, hay cosas pendientes que no sé si solucione... pero pesan. Hay temas ocultos porque miro de soslayo con el apuro de ver que hay para mañana. Hay cosas que reconocer, que no estoy tan bien, por ejemplo, que soy evitativa, por ejemplo, que me gusta el desorden...
Que el momento en que más fácil puedo sintonizar con el mundo es cuando encuentro la canción adecuada.

La canción del verano, de las largas caminatas con la mochila a cuestas, de Camila y yo hartando a Aliro, junto con "Perfume secreto", "Parasubidas" y otras más de este músico y compositor argentino renciéntemente descubierto por nuestros hambrientos oídos. ¿Algo especial? la estructura de estas canciones, la letra y claro, la voz.

Evadiste mi pregunta o tal vez sea yo que quiero salir
a la calle a buscar la respuesta.
Abro la puerta, llego a la esquina y me quedo parado ahí
viendo a la gente corriente en sus vidas pendientes.


Alzo la mirada para ver que estoy muy lejos
de tu casa.


Todo el peso de mi cuerpo en cada paso va
sacando mi aliento, volviéndome lento.
No es suficiente con mi inconsciente que no me deja en paz
pensar lo que quiero, será que no quiero pensarlo.

 

http://www.youtube.com/watch?v=eVTFJU7YCvE

En un piano azul
dejaba caer

Un blusito, el primero de mi autoría y, hasta ahora, me agrada :)
Un blues con historia, un blues con memoria, un blues que quiero compartir.


Un poco tarde, un poco cansado
te vi pasar.
Tu pelo alborotado llamó mi atención
en aquel lugar.

Bastó un momento que te mirara
para no olvidar.

Aquellos ojos y aquella forma
de caminar.

Un día cualquiera se me ocurrió
cambiar de bar.
Y cuando se me acabó la plata
para pedirle al cantinero uno más.

Llegaste tú...
Un poco tarde, un poco cansado
te vi pasar.
Tu pelo alborotado llamó mi atención
en aquel lugar.

Tú te acercaste "¿señorita,
me puedo sentar acá?"
Y si es que antes yo fui curiosa
esta vez fui más.

Y caminamos por tantas calles
y tantas más.
Me diste historias, me diste un beso
y un poco más.

Y desde entonces ya no es lo mismo
volverte a ver.
No te ofendas, es que no te quiero...
llegar a querer.


Zaga